Método Waldorf
La pedagogía Waldorf es un sistema educativo originado en las concepciones del fundador de la Antroposofía, Rudolf Steiner, quien mira a cada ser humano desde una visión integral: espiritual, físico, socia, intelectual, y que divide la experiencia de vida en septenios. En nuestro caso, nos centramos en los aspectos mas significativos de la pedagogía referentes al primer septenio, tomando en cuenta que para la etapa 0-3 este enfoque coincide totalmente con la visión de la Pedagogía del Movimiento libre y actividad autónoma de Emmi Pikler.
EL AMBIENTE
Creamos y ofrecemos un ambiente cálido y hogareño, coherente, calmo, tranquilo, respetuoso, pleno de afecto y cuidado, listo para la exploración; un espacio alegre, amable y sano conectado con las emociones, donde niños y niñas de diferentes edades conviven de forma similar como sucede en una casa con varios herman@s, aprendiendo así a relacionarse y ayudarse mutuamente, desarrollando de forma natural el sentido social y de cooperación.
El rosa es el color que domina en los salones, en sus paredes y cortinas rosas ya que simboliza el color de "lo maternal" y se asemeja a la vivencia que tuvieron cuando estuvieron el el útero materno, lo que les proporciona paz, calma y seguridad, en especial en estos primeros años del septenio de 0 a 7 años.
LOS MATERIALES
En el espacio utilizamos juguetes sencillos, poco elaborados y de materiales naturales de diferentes texturas, olores, volúmenes, pesos, etc., poniéndoles en contacto con percepciones sensoriales ricas y reales que potencian la creatividad, imaginación e infinitas posibilidades, reforzando su identificación con la naturaleza.
Existen los materiales de madera natural, materiales de la naturaleza como ramas, palos, cortezas, piedras, piñas, conchas; muñecas confeccionadas a manos en lana y algodón y los complementos para el juego simbólico, como telas, caballetes, canastas, tapetes, etc.
Otros elementos importantes en el espacio son la mesa de estación, el cromatismo pastel de las telas bien plegadas y ordenadas en una cesta de mimbre, los materiales de crochet o ganchillo como las cintas a caracol o las pelotas, proporcionando un complemento perfecto a todo el ambiente que proporciona una atmósfera cálida y personalizada.
EL RITMO
La dinámica del día a día viene dada en una estructura del día ordenada y habitual con un horario y un ritmo fijo que proporcione orientación en las y los niños. Se vivencia como una gran respiración alternándose actividades de inhalación (contención) y exhalación (expansión ), que permite un desarrollo armonioso en las y los niños, lo que genera predictibilidad y por tanto seguridad y confianza en ell@s.
Otro elemento más de ayuda para que los niños pequeños se sientan más seguros y protegidos son los pequeños rituales diarios que ellos reconocen y con los que disfrutan, realizados con sencillez y calma. Las actividades semanales se organizan de forma rítmica de manera que cada día de la semana se hace una especifica que se van repitiendo cada semana.
Esta regularidad ayuda a l@s niñ@s a situarse en el tiempo y mientras mas rítmicamente viven, más san@sse desarrollan. Cada mes, aunque las actividades permanecen, van girando entorno a un tema diferente que se desarrolla en los juegos de dedos, las canciones, cuentos, rondas, creaciones artísticas y juegos, de acuerdo con la época del año , las estaciones o las celebraciones.
EL CONTACTO CON LA NATURALEZA
Todos los días los niños juegan libremente en el jardín durante una parte importante del día. Disponer de un jardín permite que las y los niños aprendan a relacionarse con la naturaleza y que puedan experimentar el cambio de las estaciones, la vivencia de los cuatro elementos y los ciclos naturales de la vida, a través de su cuerpo y experiencia cotidiana: correr, saltar, mojarse, esconderse, trepar, columpiarse, subirse, enterrarse, caerse, levantarse, construir con piedras, hojas, palos, tierra, observar animales, árboles con sus frutos o flores, el rocío invernal, sentir el viento, la lluvia, los olores en el aire fresco, etc., lo que les permite aprender del mundo y les brinda un sano crecimiento.
LAS GUÍAS
Una Guía ocupa un papel silencioso pero muy importante, ya que se limita a observar dentro del ambiente a cada un@ de los niños y niñas, para conocerles a la perfección y acompañarles de acuerdo a su etapa de desarrollo, ayudando a que descubran por sí mism@s sus talentos y potencialidades.
En todos los sentidos, las Guías han de experienciar en sí mismas el amor sincero hacia las y los niños y sus familias, hacia sus compañeras y hacia la propia labor de acompañamiento, la alegría ante el trabajo, la iniciativa, el compromiso de la autoeducación constante, etc., teniendo en cuenta la importancia de ser una persona honorable, respetable, admirable, amada, y siendo conscientes del rol tan importante que desempeñan en el espacio al ser las que acompañan los procesos, de actuar en todo momento conscientes de ser ejemplo a imitar, prestando una cuidadosa atención a la individualidad de cada uno@de ell@s para poder ayudarles en su camino hacia sí mism@s y hacia la sociedad, la protección de su autoestima, su independencia, autodisciplina y autoregulación. Para lograrlo es necesario cuidar aspectos como presencia, habla, mirada, respeto a la fantasía, respeto al desarrollo evolutivo, lectura del entorno, los gestos con los que realiza sus actividades, su espacio emocional interior y el tono de voz que reflejan el estado anímico de la persona y la compenetración personal con el mensaje a comunicar.
LA IMITACIÓN
Los niños y niñas pequeñas absorben el mundo básicamente a través de sus sentidos y responden con la forma más activa de conocimiento que es la imitación.
No es la instrucción intelectual, sino la imitación lo que hace que vayan desarrollándose las etapas básicas de la evolución humana (erguirse, andar, hablar...), y es esta capacidad, junto a la acción repetida y el juego libre, lo que determina el aprendizaje en la primera infancia y lo que va llevando al niño y la niña a la madurez escolar.
La imitación surge del interior de los y las niñas y cada un@ imita de manera única e individual lo que percibe.De ahí la importancia del entorno que les rodea y los gestos, palabras y actos de las personas que les cuidan. Las y los niños imitan sin discriminar, por lo que las Guías han de ser un modelo digno de ser imitado: amoroso, consciente, alegre, armónico, congruente y afectuoso.
LAS FAMILIAS
Un aspecto fundamental para nosotras es el de crear un ambiente de comunicación respetuosa, fluida y un espacio de encuentro entre familias y MAYAM, con el único objetivo de contribuir, de forma conjunta, al desarrollo armónico y saludable de los y las niñas. Además, las familias colaboran en las tareas que sean necesarias con el espacio, asisten periódicamente a las reuniones pedagógicas y participan en las celebracionesy en los momentos de encuentro de toda la comunidad de crianza consciente. Además, en caso de requerirlo, siempre estamos abiertas a dar apoyo y orientación a las familias en temas de crianza y acompañamiento familiar.